Lo que mi vocero quiso decir…

Por Elsa Díaz Coria. Publicado originalmente en El Financiero.

En nuestra actividad profesional, es frecuente llegar a tener un ejercicio complejo con los medios informativos. Uno de los más comunes es el de la nota aclaratoria, sea por un derecho legítimo del vocero afectado, pero también por errores cometidos en sus declaraciones.

En el primer supuesto caben todas las inferencias informativas dolosas, imposibles de ser aclaradas porque corresponden al libre albedrio de quienes opinan en los medios.

En el siguiente supuesto está lo que mi vocero quiso decir… que es un diálogo habitual entre los operadores de prensa con los editores de los medios a través de sendas misivas aclaratorias que van de ida y vuelta, y que bien valdrían mejor convertirlas en un comunicado o rueda de prensa al más puro estilo Foxiano.

Al parecer esta compleja relación puede empezar a tener un verdadero orden que beneficiará la relación de los medios con políticos y particulares, y me refiero a la reglamentación del derecho de réplica aprobada por el senado el pasado 13 de octubre.

A través de este decreto que expide la Ley Reglamentaria del Artículo 6°, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los medios de comunicación que hayan publicado o transmitido información falsa o inexacta de una persona u organización quedan obligados a dar cause al derecho del afectado para precisar o aclarar el mensaje en cuestión. La Ley aplica para la prensa, agencias de noticias, productores independientes y cualquier otro emisor responsable de contenido original.

Antes de ganar la batalla por instituir una Ley sobre derecho al olvido como la que existe en la Unión Europea que es la facultad que tiene el titular de un dato personal a borrar o suprimir información personal que se considera obsoleta o que afecta a sus derechos fundamentales, en México se está dado un paso clave para proteger a los individuos de ser víctimas de informes ominosos.

Las réplicas de información deformadas a través de Internet tenderán a ser contenidas, lo que limitará los espacios de acción de decenas de medios que han proliferado difundiendo artículos e informes dirigidos a agraviar a las personas.

En el pasado las aclaraciones que lograban ser colocadas en los medios dependían de un acto de buena fe por parte de los editores. El día de hoy estas precisiones informativas estarán sujetas a mecanismos legales que determinarán si el caso está o no en el supuesto de la Ley.